La cervecera neerlandesa Heineken anunció el miércoles que dejará de producir y vender su cerveza en Rusia, donde tiene 1.800 empleados, debido a la guerra “completamente injustificada” en Ucrania.
El grupo, segundo fabricante de cerveza del mundo por detrás de AB InBev, ya había anunciado la semana pasada la suspensión de las exportaciones a Rusia y de nuevas inversiones en el país.
“En respuesta a la continua escalada de la guerra, Heineken detendrá la producción, promoción y venta de su marca en Rusia”, aseguró el director general del grupo, Dolf van den Brink, en un comunicado.
La empresa añade que apoyará a sus empleados y sus familias en el país porque ese es “un principio clave a medida que definirá los siguientes pasos”.
Heineken tiene unos 1.800 empleados en Rusia y sus ventas en ese país representan menos del 2 por ciento de las ventas globales.