El declive del canal de Panamá por la sequía que desde hace meses afecta al país ha impulsado la búsqueda de una alternativa que muchos países de Centroamérica quieren aprovechar.

El Canal de Panamá, por donde transitan productos valorados en 270.000 millones de dólares cada año, está inmerso en una crisis hídrica histórica por la que ha tenido que limitar el número de buques que cruzan cada día.

Según publican diferentes medios panameños, la Autoridad del Canal ha avanzado que las pérdidas de ingresos en 2024 por la crisis estarán entre 500 y 700 millones de dólares. Mientras tanto, las proyecciones para el nivel del agua siguen bajando.

El 6% del comercio mundial sigue esta ruta. Pero, desde hace meses, a la entrada del canal, se está produciendo una acumulación sin precedentes de barcos que esperan su turno para cruzarlo.

El Lago Gatún, un cuerpo de agua artificial en la Ciudad de Panamá que alimenta el Canal, ha pasado de tener un nivel de agua de 88,8 pies a finales de 2022 a solo 81,5 actualmente. Esto es insuficiente para que puedan cruzar 38 buques al día, la capacidad que se veía normalmente. La Autoridad del Canal está permitiendo el paso de solo 20 buques y podría bajar el máximo hasta 18 en las próximas semanas. Y es que las proyecciones del nivel de agua del Gatún apuntan a que en marzo el nivel del agua bajará aún más.

El declive del canal de Panamá ha impulsado la búsqueda de una alternativa, y muchos países de Centroamérica quieren aprovechar esta oportunidad.