El aceite de oliva se destaca como un componente fundamental de la dieta alimenticia, razón por la que algunos expertos indican que consumirlo de forma regular puede ayudar a prevenir una serie de enfermedades crónicas y mejorar la salud en general.

Esto contribuye a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, como la arteriosclerosis, la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares.

Una de las propiedades que quizás no muchos conocen sobre el aceite es su capacidad para prevenir la demencia. Según una reciente investigación de la Universidad de Harvard publicado en la revista JAMA Network Open, los adultos que regularmente consumen 7 gramos de aceite de oliva cada día (aproximadamente una cucharada) tienen un 28% menos de probabilidad de fallecer por enfermedades relacionadas con la demencia.

“El aceite de oliva puede ejercer efectos antiinflamatorios y neuroprotectores debido a su alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados y otros compuestos con propiedades antioxidantes como la vitamina E y los polifenoles”, explica la nutricionista Anne-Julie Tessier. Esto sustenta al aceite como uno de los pilares más saludables de la dieta mediterránea.

Por otra parte, el portal Saber Vivir explica que este óleo también puede resultar beneficioso para tratar la obesidad, esto debido a la oleiletanolamida, la cual “puede modificar directamente el ADN y modular el sistema inmunitario, lo que ayudaría a controlar las células relacionadas con la inflamación”.

Al mismo tiempo también ha demostrado reducir los niveles de colesterol LDL o “colesterol malo”. Este tipo de colesterol puede acumularse en las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Al consumir aceite de oliva regularmente, especialmente en lugar de grasas saturadas como las que se encuentran en las carnes rojas y los productos lácteos, se puede ayudar a mantener los niveles de colesterol LDL-c en un rango saludable.