Desde su elección como alcalde de Tunja, capital de Boyacá, Mikhail Krasnov, un ruso que lleva más de 15 años viviendo en Colombia, ha llamado la atención de propios y extraños, principalmente porque realiza tradiciones y costumbres que son habitualmente de los colombianos.

A Krasnov se le ha visto celebrar el Día de las Velitas, usar ruana y hasta jugar tejo, por lo que en su primer día como alcalde de Tunja no dejó de lado lo aprendido en Colombia y tomó una decisión en la que el sacerdote del municipio estuvo involucrado.

Krasnov, quien asumió su cargo como alcalde de Tunja el pasado 27 de diciembre en la Plaza de Bolívar de ese municipio, fue visto en el autobús, acompañado de su novia y gestora social, Sara Catalina Pedraza, este 2 de enero.

La decisión de Krasnov de subirse a un bus, al parecer, envía su mensaje del compromiso para mejorar la calidad del sistema transporte público de la ciudad.

“Nosotros tenemos que actuar hacia adentro y hacia fuera. Hacia adentro es arreglar el funcionamiento de la Alcaldía, o sea, optimizar”, fueron algunas de las palabras del nuevo alcalde de la capital de Boyacá.

Con relación al transporte, señaló que tendrá algunos cambios sobre como se movilizan los funcionarios de su Alcaldía. “Antes varias secretarías tenían su carro y lo utilizaban como querían. Ahora vamos a quitar eso y a hacer un banco de vehículos, es algo normal”, explicó Krasnov.

Unas horas más tarde, el sacerdote Elfy Bernal llegó a la Alcaldía de Tunja y en compañía de Mikhail Krasnov y su pareja, la gestora social del municipio, Sara Catalina Pedraza, el religioso recorrió cada una de las oficinas del edificio a las que arrojó agua bendita.

“Al rociar esta agua bendita por cada una de las instalaciones de la Alcaldía de Tunja, pedimos la intercesión de la santísima Virgen María, para que se digne a entrar a este edificio que prestará el servicio y atención a miles de personas”, fueron las palabras del sacerdote Elfy Bernal.