La separación de Kim Kardashian y Kanye West, ocurrida en febrero de 2021 tras casi siete años de matrimonio, estuvo rodeada de polémica. Con el pasar de las semanas, se reveló que uno de los detonantes del divorcio fue el cansancio del rapero por la intromisión de la familia Kardashian en su relación y su desacuerdo con la forma en la que el famoso clan maneja su vida privada hasta volverla pública.

Kanye West quería volver su casa un ‘refugio’ anti Kardashians

En esa idea de hermetismo y de dejar atrás la etapa en la que su vida privada era también pública por pertenecer a la familia Kardashian, desarrolló un proyecto millonario que pretendía convertir esta nueva vivienda en algo parecido a un búnker, contratando para ello en septiembre de 2021 al arquitecto Tony Saxon.

El rapero no consiguió los permisos del ayuntamiento y, en consecuencia, el encargado de llevar a cabo la renovación del inmueble (el mismo Tony Saxon) se negó a hacer los cambios que le había pedido su famoso cliente.

Entre las peticiones de Kanye se encontraba eliminar la electricidad de la casa y usar para ello varios generadores de energía, lo que, le advirtió Saxon, era muy peligroso pues si uno fallaba podía provocar un incendio. Pero esa solo era su última exigencia: antes le había pedido que se demolieran varios cuartos de baño recién restaurados y con todo lujo, eliminar las ventanas y sustituir todas las escaleras por toboganes.

Según un documento oficial al que han tenido acceso medios como NBC o TMZ, Saxon explica a lajusticia que Kanye le contrató tanto de jefe del proyecto como de vigilante y seguridad del mismo, por lo que Saxon tuvo que trabajar 16 horas al día, durmiendo en el suelo y utilizando su abrigo como ropa de cama.

Saxon añade que Kanye no se preocupaba por él y que, llegando ya los meses de invierno, las cosas saltaron por los aires. El aqrquitecto relata cómo Ye únicamente le pagó por una semana de trabajo así como la discusión que tuvieron cuando el músico le exigió que quitara todas las ventanas y la electricidad de la casa a pesar de la negativa del ayuntamiento a concederle los permisos.