El Vaticano abrió una investigación preliminar al cardenal y exarzobispo de Burdeos Jean-Pierre Ricard, quien hace unos días admitió haber tenido una actitud “reprensible” con una menor de 14 años hace 35 años y es la primera ocasión en que un purpurado admite un crimen de esta naturaleza.
“Hoy que la Iglesia en Francia desea escuchar a las víctimas y actuar en verdad, he decidido no esconder más mi situación y ponerme a disposición de la justicia, tanto en el plano de la sociedad como el de la Iglesia”, señala el Cardenal Ricard, de 78 años, en una declaración difundida, en el marco de la Asamblea Plenaria de los obispos franceses.
Luego de señalar que no quiere esconder su responsabilidad, el Cardenal afirma que “hace 35 años, cuando era sacerdote, me conduje de modo reprensible con una joven muchacha de 14 años”.
A pesar de que Ricard admitió haber abusado de la joven, el Vaticano no tomó medida alguna contra el purpurado, ya que, según la praxis, un proceso canónico generalmente no se inicia hasta que las autoridades judiciales de un país, en este caso Francia, cierran el suyo y solo tras concluir el juicio civil la Iglesia puede solicitar a las autoridades judiciales la documentación para poder integrarla en su propia evaluación.