La capilla ardiente de la reina Isabel II, ubicada en el palacio de Westminster, abrió este miércoles sus puertas a las 17.00 horas para que la visiten las decenas de miles de ciudadanos que hacen cola en el centro de Londres para despedirse de la soberana.
El féretro de la monarca está custodiada por una decena de guardias reales, que pasan largas horas en una rígida postura tal y como marca el protocolo.
Uno de los guardias sufrió ayer miércoles, primer día para visitar la capilla ardiente, un desmayo mientras guardaba formación.
En las imágenes se puede ver el momento en el que el guardia real comienza a tambalearse y posteriormente cae al suelo. Tras esto, el uniformado es auxiliado por otros dos hombres que custodiaban el ataúd de Isabel II en la capilla ardiente.
El velatorio será accesible hasta las 06.30 horas del próximo lunes, cuando el féretro será trasladado a la cercana abadía de Westminster para celebrar un funeral de Estado, al que asistirán dignatarios de todo el mundo.