“El presidente colombiano Gustavo Petro anunció el miércoles que su gobierno suspenderá las relaciones diplomáticas con Israel, su aliado de defensa desde hace mucho tiempo, lo que convierte a Colombia en el país más grande en romper los lazos en medio de la guerra en Gaza”. De esta manera, el Washington Post describió este miércoles la decisión, para algunos equivocada y para otros acertada, por parte del presidente Petro, de que Colombia rompa relaciones con Israel.

El presidente colombiano Gustavo Petro, en un discurso ante una multitud durante la marcha del Día Internacional de los Trabajadores en Bogotá, declaró que Colombia romperá formalmente relaciones diplomáticas con Israel debido a las acciones del gobierno israelí en la Franja de Gaza, las cuales calificó de genocidas.

Esta decisión marca un punto de inflexión en las hasta ahora cálidas relaciones entre ambos países, históricamente aliados cercanos en diversos ámbitos incluyendo la cooperación militar y el comercio.

Durante su discurso, Petro criticó duramente al gobierno de Israel por su manejo del conflicto con Hamas, describiendo las operaciones militares en Gaza como un acto de genocidio. Esta declaración sigue a otras acciones previas como la suspensión de la compra de armamento israelí y el retiro del embajador colombiano en Israel, evidenciando un enfriamiento progresivo en las relaciones bilaterales desde la elección de Petro, el primer presidente de izquierda en Colombia

“Si bien muchos países, incluida Colombia, ya habían retirado a los diplomáticos de Israel, pocas naciones han llegado a suspender las relaciones diplomáticas. Colombia, en particular, ha dependido durante mucho tiempo del apoyo militar de Israel en su lucha de décadas contra los grupos guerrilleros armados y los narcotraficantes”, advierte la nota.

Agrega: “en la década de 1980, Colombia compró una flota de aviones Kfir que fueron cruciales en sus esfuerzos por agotar a su mayor grupo rebelde de izquierda, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, antes de los históricos acuerdos de paz del país con los rebeldes en 2016. Colombia también ha confiado en un arsenal de armas de fabricación israelí, además del entrenamiento israelí y el apoyo de inteligencia”.

“La ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países probablemente hará que sea más difícil para Colombia mantener su equipo de fabricación israelí. Colombia tampoco ha podido mantener su equipo de fabricación rusa, en particular helicópteros, desde que Rusia invadió Ucrania en 2022″, se lee en otro aparte.